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Frontera: memorias, identidades y visibilización de diferencias
Núm. 61 (2023)En la comprensión de la historia política moderna, las fronteras dividen y a la vez circunscriben los territorios de los Estados-nación y remiten a divisiones internas; estructuran acuerdos y tratados regionales e internacionales, y orientan o frenan tácitamente los intercambios.(…) (…)La finalidad de analizar la multiplicación de la noción de frontera desde la historiografía es tratar de entender hasta qué grado se diluye en usos cada vez más prolíficos. “Frontera” sigue operando, como se observa sobre todo en situaciones de conflicto, como un claro referente geopolítico, pero no podemos dejar de lado que su creciente porosidad provoca que se utilice como marca para distinciones y diferencias identitarias en todos los niveles. Y, lo que es de interés para este Expediente, la noción frontera adquiere rasgos conceptuales además de otros, metafóricos, que se encuentran en continua transformación, dada la historicidad de sus usos y la actualización de memorias en disputa que caracterizan partes significativas de las sociedades actuales. (...)
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La historia, ¿práctica o académica?
Núm. 60 (2023)Los artículos que conforman este expediente muestran (...) que la relación entre lo que se ha denominado “pasado práctico” y “pasado histórico” es bastante más compleja y que no puede reducirse a una mera contraposición ni, mucho menos, al ascenso de uno en detrimento del otro. La primera categoría remite a aquella dimensión del pasado que acompaña e informa nuestro día a día, en tanto que la segunda se relaciona con el saber organizado y fundamentado desde la historia como disciplina profesionalizada —como “ciencia”—. En tanto modo de experiencia, el pasado práctico se opondría,pues, al “pasado histórico”. En esta tónica, nos hacemos aquí las siguientes preguntas: ¿Se sostiene la distinción entre un pasado histórico y otro práctico? Si así fuera, ¿podría suponerse la viabilidad de una “historia práctica” y otra “historia científica”?, ¿o cabe la transformación deésta última ante los nuevos retos? Dentro de las coordenadas interpretativas que cada quien juzgó pertinentes, en este número monográfico exploramos cómo se entrecruzan los discursos históricos y los discursos sobre el pasado que atienden a fines pragmáticos. Cada uno de los artículos se aproxima, desde distintas temáticas, al núcleo de esta problemática, mostrando su envergadura y su riqueza.
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Formas de pensar la historia
Núm. 59 (2022)Los ensayos que conforman este expediente presentan distintas formas para pensar la historia. Pensar la historia tiene como subsuelo la pregunta acerca de qué significa pensar históricamente. Ninguno de estos trabajos adelanta una respuesta, o la propone de manera directa, ya que una posible resolución lleva emplazada en sí misma su imposibilidad. Dicha imposibilidad se da ahí en donde lo imposible se abre por nuestra misma condición histórica. Finitud, cambio y contingencia son el contenido de nuestra situación histórica, esto es, de nuestra historicidad. Por tanto, es la historicidad lo que está en juego al momento de intentar responder, en la imposibilidad, a tal pregunta.
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Medios audiovisuales y escritura de la historia en México
Núm. 58 (2022)Los medios audiovisuales de comunicación, como cualquier otro medio, no pueden evadir el diálogo directo con la Historia: su historia propia, la historia que narran y atestiguan, la historia de la que dejan evidencia, la historia de su tiempo(s) y su espacio(s) de producción, circulación y recepción, la historia conectada con otros procesos de cambios de las sociedades contemporáneas. Este expediente pretende poner en cuestión la visión canónica de la historia general de los medios, como cronologías que en términos evolutivos marcan los virajes de una industria. En contraste, se detiene en las relaciones que el medio establece con sus entornos “no mediáticos” y su capacidad de interpelación e interpretación de esos entornos. En otras palabras, hablamos de una historia de los medios de comunicación, en este caso audiovisuales, que permita formular explicaciones sobre las sociedades a partir de la producción comunicativa en masa. La apuesta aquí es por la imagen, la imagen en movimiento y el sonido, su relación con las tecnologías, en tanto materialidad y soporte, su compleja experiencia con el tiempo y el espacio, y su valor como fuente primaria, con exigencias de interpretación y conservación únicas.
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La Revolución Mexicana: las huellas del trauma
Núm. 57 (2021)El propósito de este expediente es explorar algunas de las zonas traumáticas provocadas por la lógica de la propia revolución en tres ámbitos: la indiscernibilidad del cuerpo femenino como una zona de vulnerabilidad y patriarcado expuesta a una violencia ocluida por sus propios estatutos; la historia de la resistencia obrera que data desde los años del Porfiriato y quedaría eclipsada por el síndrome del corporativismo: y el hundimiento de las experiencias democráticas que trajo la misma revolución, ejemplificado aquí en la visión que el mundo jesuita se hizo del propio proceso.